LA HISTORIA DE NUESTROS SANTOS
La historia de San Ifás y San Fabián, santos únicamente de Villa Hormiga del Prado
La Historia de San Fabián
Hace ya tiempo, hacia el 43 d.C. el apóstol Santiago pudo reunir en una pequeña región de Hispania (actual Santiago de Compostela) a 6 discípulos suyos. Después de su muerte, Fabián, un discípulo fiel, se dirigió a una pequeña ciudad llamada Togüertonia (actual capital de Kennedy), e instauró un pequeño convento con 7 frailes al que llamó "Convento a Santiago". Durante unos meses estuvieron viviendo en paz los 7, hasta que, el propietario de la montaña donde se encontraba el convento avisó a los bárbaros, que controlaban esa zona, de que había unos cristianos.
Los soldados fueron hasta allí, y todos fueron capturados salvo 3 de ellos, entre los que se encontraba Fabián. A los demás, les torturaron hasta la muerte. Fabián se encontraba en el huerto, estaba plantando un pequeño árbol, cuando los bárbaros llegaron. Él, con todas sus fuerzas, rezó a Dios para que le salvara de aquella muerte segura. De repente, debajo de él, comenzó a crecer el árbol que en unos segundos se convirtió en un árbol de dimensiones colosales. Cuando estaba en la copa del árbol, se calló hacia el vacío, y por obra de un milagro, le crecieron dos grandes y relucientes alas blancas. Se puso a volar hacia el cielo.
El general bárbaro, Pelallo, cogió una piedra y, con un tirachinas, le abatió. Fabián calló exhausto hasta que colisionó contra el suelo. Todavía seguía vivo, pero muy magullado. Los soldados le ataron a el interior de la casa y prendieron una mecha en la parte de arriba de la casa. Antes de morir, los dos frailes supervivientes fueron a rescatarlo, pero Fabián les dijo lo siguiente:
Fabián- Escuchadme, no llegaríais muy lejos conmigo, marchaos, pero antes, coged ese cuchillo y clavádmelo en el corazón.
Fraile 1- Pero maestro, no podemos hacerle eso.
Fabián- Tenéis que hacerlo, el fuego se está acercando. Si él me calcina, no podréis coger mis restos y enseñar todo lo que yo os he enseñado. Tenéis que llevar mis reliquias hasta la ciudad de Galaicus.
Fraile 2- Si así lo desea maestro, llevaremos su corazón.
Uno de los frailes clavó el cuchillo a Fabián y arrancó su corazón, que seguía latiendo.
Después de haber hecho eso, los dos frailes supervivientes metieron el corazón de Fabián el una urna de madera, decorada con pinturas de flores y huyeron de allí. Los bárbaros echaron los cadáveres de los crucificados y echaron más antorchas. Ya lejos, los dos frailes vieron desde una colina todo el fuego que calcinaba rápidamente el lugar donde habían vivido estos meses. Los frailes se alejaron en un carro tirado por dos bueyes y se dirigieron hacia el mar Cántabro.
Antes de meterlo en su sepultura, abrieron la urna para despedirse de Fabián. Su sorpresa fue que el corazón de Fabián continuaba latiendo. Ellos enterraron los restos de Fabián en un cripta en un monte cerca de la ciudad de Galaicus (actual Pleictosa) y edificaron otro convento que llamaron "Convento de Fabián" en honor a el fraile Fabián que murió mártir.
La Historia de San Ifás
200 años después de la muerte de Fabián, los dos discípulos de Santiago supervivientes a los romanos pudieron procrear, y fundar su propia aldea. Uno de sus bisnietos, llamado Ifás, acababa de terminar de estudiar en el seminario, y ya estaba listo para entrar en el Convento de Fabián. La primera noche que durmió allí, se le apareció una imagen de un cristo crucificado en el desván. Iniciaron una conversación:
Ifás- ¿Eres tú, señor?
Jesús- Ven hijo
Ifás- Sí, mi señor
Jesús- Tú eres el elegido por el padre, debes irte, y fundar un nuevo convento, un convento con el nombre de tu padre.
Ifás- Pero señor.... ¿Qué pasa con mis hermanos? ¿Y con mis padres?
Jesús- Mañana, al mediodía, los romanos descubrirán lo que aquí escondéis, y lo arrasarán todo.
Ifás- ¿Se refiere a las reliquias de Fabián?
Jesús- Sí, pero también me refiero a todos tus hermanos. Sé que esto no te gustará, pero deben morir.
Ifás- (entre lágrimas) Si usted lo desea, así se hará.
Jesús- Muy bien, deberás marchar pronto.
(silencio)
Jesús- Ven, siéntate en mi regazo. (dijo mientras bajaba de la cruz y se quitaba los clavos de las manos)
Ifás fue hasta él, pero al sentarse, Jesús le tocó el hombro, e Ifás se desmayó.
Al rato, un sacerdote se acercó deslumbrado por una extraña luz que provenía del desván. La mano de cristo se había quedado plasmada en su traje, y producía un resplandor espectacular. Al lado de esta, había una carta, en ella ponía:
-Ifás es el elegido del señor, llévale lejos de aquí, y entiérralo. Fundarás un convento con su nombre, y la iglesia, se construirá sobre su tumba. También, llevarás contigo las reliquias de Fabián.
El sacerdote acató lo que la carta decía, no le hacía falta ver para creer. Tres días después, Ifás y Fabián fueron enterrados, y sobre ellos, se levantó una pequeña iglesia, la actual Catedral de San Ifás y San Fabián.
Unos pocos días después de que la iglesia fuera terminada, el sacerdote y sus seguidores oyeron unas voces. Al entrar en la pequeña iglesia, en uno de los bancos, había dos hombres rezando. Se acercaron para ver quienes eran, pero los individuos los oyeron, y al mirar hacia atrás, se desvanecieron. A los sacerdotes les dio el tiempo suficiente como para reconocerlos, ellos eran Ifás, y Fabián. Ninguno de los dos, estaba enterrado, los ataúdes se encontraban vacíos. Subieron a los cielos con el señor. Después de esto, comienza le historia de Villa Hormiga del Prado.